La última ceremonia de los Oscar resultó de las más sosas que se recuerdan. James Franco, presentador junto a Anne Hathaway, ha sido señalado como uno de los máximos responsables. El realizador también tuvo su participación. Ahora se ha sabido que Javier Bardem y Josh Brolin se dieron un beso en el escenario que no fue recogido por las cámaras.
Javier Bardem y Josh Brolin, compañeros de reparto en «No es país para viejos» se marcaron un pequeño baile, coronado por un beso en la boca, un «Corbacho», que las cámaras de la ABC no mostraron a los espectadores. ¿Censura? Parece que no, aunque el ligero retardo de unos segundos dan bastante de sí. La palabrota de Melissa Leo en el agradecimiento de su Oscar como mejor actriz de reparto, por ejemplo, pudo ser solapada por el habitual pitido en la retransmisión americana, aunque no en la que se vio en España a través de Canal+.
El caso es que justo cuando Bardem y Brolin van a culminar su «pico», la cámara voló hasta el rostro de Penélope Cruz, que acaba de dar a luz al hijo que ha tenido con Javier. No se puede decir que el plano no fuera pertinente. En todo caso, el productor de la gala, Bruce Cohen, ha admitido a «The Hollywood Reporter» que el «improvisado» incidente habría sido «un gran momento televisivo».
Según el productor, el baile y el beso no estaban en el guión, que sí incluía el corte al rostro de Penélope mientras el auditorio aplaudía a Josh y Javier. «Yo vi que Javier y Josh empezaban a bailar», confiesa, «pero para ser sincero, no tenía ni idea de que fueran a besarse. Como nadie sabía lo que iba a suceder, cortamos a una bellísima señora Cruz, como estaba previsto. Cuando volvimos de su primer plano, Josh y Javier ya volvían caminando al atril».
Quizá con una realización menos rutinaria, el siete por ciento de descenso de audiencia se habría mitigado… o multiplicado. Nunca se sabe.